martes, 27 de julio de 2010





PAPA PIO X
Su nombre de nacimiento era Giuseppe Melchiorre Sarto. Fue el segundo hijo de los diez que tuvo el matrimonio de Giovanni Battista Sarto (
17921852), de profesión cartero, y Margarita Sanson, costurera (18131894). Fue bautizado el 3 de junio de 1835. Sus padres, si bien eran humildes, valoraban la instrucción [1].
Estudios y actividades previas
Realizó sus estudios primarios en la escuela de su pueblo natal. Recibió las primeras lecciones de latín del párroco de su lugar natal. En
1846 comenzó la segunda enseñanza en el Liceo Classico de Castelfranco Véneto. El 20 de septiembre de 1850 fue tonsurado por el obispo de Treviso, quien le concedió una beca para ingresar en el seminario de Padua este mismo año. Giuseppe Sarto: El 22 de diciembre de 1851 y el 6 de junio de 1857 recibió las órdenes menores; el 19 de septiembre de 1857, el subdiaconado; el 27 de febrero de 1858, el diaconado. El 18 de septiembre de este mismo año fue ordenado sacerdote en Castelfranco Véneto por Giovanni Antonio Farina, obispo de Treviso. Fue párroco de Tombolo (Treviso) hasta 1867, cuando fue nombrado arcipreste de Salzano y canónigo de la catedral de Treviso. Desde 1875 fue rector del seminario conciliar de esta ciudad, y en 1879 lo nombraron director espiritual del mismo y también canciller de la curia episcopal trevisana, examinador prosinodial y vicario capitular.
Episcopado y cardenalato

En 1884 el papa León XIII lo nombra obispo de Mantua, el 10 de noviembre y 10 días después es consagrado por el cardenal Parocchi, Vicario General de Roma. León XIII en 1891 lo nombra asistente al trono pontificio y en el consistorio del 12 de junio de 1893 es creado Cardenal presbítero del título de San Bernardo alle Terme. Tres días después es promovido como patriarca de Venecia.
Elección Papal
El cónclave reunido a la muerte de
León XIII duró cuatro días y fueron necesarias siete votaciones para que llegar a un acuerdo.[cita requerida] El cardenal Sarto fue elegido papa el 4 de agosto de 1903 y ello en segunda opción, pues dos días antes Jan Puzyna de Kosielsko, cardenal del título de Ss. Vitale, Gervasio e Protasio y príncipe-arzobispo de Cracovia, había presentado en el cónclave el veto de Francisco José I, emperador de Austria-Hungría, a la elección de Mariano Rampolla del Tindaro, camarlengo y cardenal del título de Santa Cecilia y que gozaba de las preferencias de los reunidos. A pesar de las protestas de la mayoría del cónclave por esa anacrónica (y no obstante canónicamente legal) intromisión, el cardenal Rampolla optó por retirar su candidatura y así evitar posteriores conflictos. Pío X fue coronado papa el 9 de agosto siguiente en la Patriarcal Basílica Vaticana por el cardenal Luigi Macchi, Cardenal protodiácono de S. Maria in Via Lata.
Gobernó la
Iglesia Católica con mano firme en una época en que ésta se enfrentaba a un laicismo muy fuerte así como a numerosas tendencias del modernismo en los campos de los estudios bíblicos y la teología [2]. Introdujo grandes reformas en la liturgia y facilitó la participación del pueblo en la celebración Eucarística. Permitió la práctica de la comunión frecuente y fomentó el acceso de los niños a la Eucaristía. Promovió mucho el estudio del catecismo y ordenó la confección del Código de Derecho Canónico (Codex Iuris Canonici) para reunir y unificar la legislación eclesiástica hasta entonces dispersa.
El 20 de enero de
1904 había promulgado la constitución apostólica Commissum Nobis por la que se prohibían los vetos a la elección papal por parte de los estados que disponían de él como privilegio histórico. En este mismo año había relativizado el Non Expedit del beato Pío IX, con lo que se entreabría la puerta a la participación de los católicos italianos en los asuntos públicos de su país.
En
1905 denunció el Concordato que, bajo las condiciones draconianas impuestas por Napoleón, había firmado en 1801 la Santa Sede con Francia. Con esta denuncia el papado alcanzaba la total libertad de nombramiento de obispos en Francia, libertad de la cual, a pesar de los diversos regímenes que se habían sucedido en este país, en realidad jamás había gozado.
Muerte
Canonización del papa San Pío X.. Falleció en Roma el 20 de agosto de 1914 y fue enterrado en las grutas vaticanas hasta que en 1951 sus restos incorruptos fueron trasladados a la Basílica de San Pedro, bajo el altar de la capilla de la Presentación, donde están expuestos a la veneración de los fieles. En su epitafio se lee: Su tiara estaba formada por tres coronas: pobreza, humildad y bondad.


MARGARITA CORREA DE ESCOBAR. De ella escribió su alumna Magnolia Mejía Montoya. "Nació en Santa Bárbara en el año de 1911, se casó en el año 1937 con Rogelio Escobar D., hijo de Fredonia. Llegó a iniciar labores en la recién fundada Normal. Escogió los colores de la bandera; verde, blanco y rojo; diseñó el escudo que luego pintó la señora Ana Félix Parra de Zuluaga y compuso la letra del Himno cuya música fue de la autoría del Maestro Luís Eduardo Barreneche.
Su administración fue únicamente de tres años, pero suficientes para sembrar en sus alumnas los más vivos sentimientos de gratitud y los más arraigados recuerdos.
Fue maestra en todo momento; con su gran preparación, su palabra, su ejemplo y principalmente con el amor que tenía a los estudiantes. Su presencia y su mirada eran la metodología muda más efectiva que jamás se hubiera visto en otro educador.
Era recta su conciencia, limpia su mirada, gárrulo su cantar y muy amplia su sonrisa, ventana por donde salía la luz de la esperanza para aquellos hogares que sólo conocían las tinieblas de la desesperación.
Era enérgica ante el hipócrita, sensible ante el dolor, recia en los conflictos y pródiga en el perdón. El eco de su voz tenía un acento suave, con aroma de amor, aquel amor que enseñó el divino maestro y que no se apaga porque es luz, verdad y vida.
En las reuniones de padres de familia hablaba de tal manera que enmarcaba los reproches, aplausos o mensajes en un juego de palabras, oraciones, versos, figuras literarias y era así como a tan distinguido auditorio que miraba extasiado a quien así hablaba, caía como brisa tenue salpicando a quien indirectamente ella se dirigía.
Cada palabra suya era un poema, su mirada un alerta, su presencia arrogante ante el iluso, pero amable y tierna ante el humilde, era el mensaje que reflejaba la entereza de su carácter y la nitidez de su alma.
El lenguaje de sus manos era tan claro como la luz del día y todo en ella era tan firme como varilla de hierro forrada en terciopelo, porque no se doblegaba, pero tampoco hería.
Vivió siempre en proyección de sus alumnos y compañeros de trabajo, para quienes tenía siempre la palabra precisa, el consejo oportuno. A esta singularísima educadora la adornaban las virtudes que ella misma enseñaba a las futuras maestras: la responsabilidad, desprendimiento, dignidad, integridad personal, abnegación y prudencia. De esta última decía: "La prudencia es la cenicienta de los cuentos de hadas que en vuestras vidas como maestras, esposas, religiosas, será la reina de la fiesta. Es la virtud que hace milagros en la sociedad, arma que humilla la soberbia, redime de la miseria, único bajel que conduce a la tierra prometida y ánfora de salvación en este mar tempestuoso de la vida".
En esta primera Rectora se conjugaron todos los valores humanos, éticos, morales y religiosos, así como todas las cualidades de un buen educador."
FRANCISCO LUIS HERNÁNDEZ BETANCUR
Insigne Pedagogo Fredonita
“El Maestro del Ciego y del Sordomudo”
Hace 117 años (11 de noviembre de 1892) nació en la población cafetera de Fredonia – Suroeste Antioqueño, un hombre con vocación de maestro, un hombre que luchó por los ciegos y sordomudos de Antioquia, de Colombia y de otros países. Él fue Don Francisco Luis Hernández Betancur. Sus padres fueron Francisco Hernández y Carmen Betancur, progenitores de una familia humilde dedicada a las labores del campo. La familia Hernández Betancur vivió por mucho tiempo en aquella localidad del suroeste, trasladándose a Medellín, sólo hasta 1950.
Francisco Luis, por las dificultades económicas se educó valiéndose de sus propios medios. Desde niño empezó a ayudarle a su padre en las labores del campo y la construcción, al tiempo que cursaba los estudios primarios en la escuela pública de su pueblo natal. Ingresó al colegio de bachillerato dirigido por Julio Sanín en 1910 quien le ayudó a costear sus estudios, dándole albergue en su casa y enseñándole fotografía y música. Se hizo clarinetero de la banda municipal y uno de los géneros musicales que cultivó fue el Jazz. Sus primeros años de estudio transcurrieron en forma normal, notándose como cosa especial su constante actitud en defensa de los retardados mentales y de los físicamente limitados cuando eran molestados por los muchachos del pueblo.
En 1913, los profesores del colegio fredonita y la Normal de Institutores de Medellín, le concedieron una beca de estudio en ésta última. Durante los tres años que duraron sus actividades académicas ocupó el primer puesto en la Legión de Honor, con un promedio de cinco. La Escuela Normal de Institutores, el 31 de julio de 1916, le concedió el título de Maestro Superior. Inició labores como educador profesional en la Escuela Urbana de la Estrella; un año más tarde fue nombrado director de la misma y algunos años después la Escuela Anexa a la Normal lo requirió para ser su coordinador. En 1922 y 1923 fue profesor de Pedagogía, Psicología y Legislación Escolar en la Escuela Normal de Institutores de Medellín.
Con la experiencia adquirida como educador y por especial coincidencia, una tarde en que transitaba por una calle de Medellín, encontró un pedazo de papel que reproducía una fotografía sobre un educador que le estaba enseñando a hablar a un sordo con esta leyenda: “tuto Nacional de sordomudos, ciegos y anormales de Mad – petidor en la Institución Nacional de Sordomudos de París”. Supo después que la leyenda completa que aparecía en el papel sucio encontrado en la calle era: “Instituto Nacional de Sordomudos, Ciegos y Anormales de Madrid. Repetidor “de la Institución Nacional de Sordomudos de París”. Así nació la vocación del señor Hernández por este tipo de docencia, iniciándose en Colombia la primera inquietud en este sentido.
Desde 1923 inició su investigación sobre la educación de los limitados sensoriales visuales y auditivos, recibiendo información de estudios hechos sobre el tema en Europa. De dicha investigación salieron propuestas educativas que fueron presentadas al concurso abierto por la Universidad de Antioquia en 1942 con motivo de la celebración del Centenario de la Batalla de Ayacucho, bajo el titulo “El maestro del ciego y del sordomudo”, propuesta por la cual recibió un reconocimiento por parte de los jurados. Escribió los libros: La Nueva Orientación Pedagógica, Tratado de Pedagogía, Metodología General y Especial (con Mercedes Yepes Isaza) y Nuestra Lucha por los Ciegos de Colombia (con Juan Antonio Pardo Ospina). Fundador y Director de la Escuela de Ciegos y Sordomudos de la capital antioqueña en 1925, fue más tarde Organizador y Director del Instituto Venezolano para Ciegos y Sordomudos de Caracas, además Presidente del Consejo Directivo de la Federación Nacional de Ciegos y Sordomudos de Colombia, entre otros cargos.
Se casó con la señora Blanca Gutiérrez Isaza, primera profesora de la Escuela de Ciegos y Sordomudos de Medellín (en la sección de niñas limitadas visuales y auditivas), en cuyo matrimonio fueron concebidos seis hijos: Lucia y Francisco Luis (viven en Medellín), Blanca Gloria (profesora de sordos jubilada) y León (viven en Bogotá), María Victoria (vive en España), e Ignacio (el cual se encuentra en E.U.).
Murió en Medellín hace 35 años (el 30 de Diciembre de 1973).
A partir del año pasado (29 de Octubre de 2008) el Aula de Apoyo de la Escuela Normal Superior Mariano Ospina Rodríguez lleva el nombre de Francisco Luis Hernández Betancur evento celebrado a nivel municipal con el acompañamiento de algunos miembros de su familia.

El hecho más significativo de este encuentro pedagógico fue la donación de pertenencias por parte de la Familia Hernández Betancur a la Institución Educativa, entre ellas: diplomas, certificados, escudos, fotografías, etc. De hoy en adelante la Escuela Normal será la guardiana de tan importante material que servirá de apoyo didáctico a las nuevas generaciones de maestros en la atención a la diversidad.


Compiladora: Lucía Peláez Vélez, Septiembre de 2008

Ponencia presentada en el Encuentro de la Academia Antioqueña de Historia y de los Centros de Historia del Departamento. Tema escogido: Personajes Ilustres del Municipio. Lugar del encuentro: San Vicente Ferrer. Fecha: Sábado 19 de Septiembre de 2009. Ponente: Lucía Peláez Vélez.